FIEBRE POR DENGUE

*Arlette J. Reyes Pintor

ANTECEDENTES
El dengue es una enfermedad febril infecciosa de origen viral, identificada por primera vez en 1789 por Benjamín Rush quién la denomino “fiebre rompehuesos” por la intensidad de las mialgias y las artralgias.
Se cree que se originó en África y se disemino con la trata de esclavos a inicios de la Segunda Guerra Mundial. Las primeras epidemias surgidas a causa de esta enfermedad se presentaron en Asia, África y América del Norte (1771-1780).  Posteriormente la primera epidemia por dengue clásico se presenta en los años de 1963-1964, afectando la cuenca del Caribe y Venezuela, el serotipo involucrado fue el Den-3. En 1968-1969 se aíslan los serotipos 2 y 3 en las Islas del Caribe. Es hasta1977 que se introduce a América el serotipo 1.

DISTRIBUCION
En las últimas décadas ha aumentado la incidencia de dengue en el mundo. La OMS calcula que cada año se producen entre 50 millones y 100 millones de infecciones por el virus, estando más de 2500 millones de personas (40% de la población mundial) expuestas a contraer la enfermedad.
El dengue es la enfermedad transmitida por vector más importante en México; esta se presenta en 28 entidades federativas, a excepción de Baja California, Distrito Federal, Chihuahua y Tlaxcala.

ETIOLOGIA Y PATOGENIA
Causada por un virus ARN del género flavivirus, familia flavivirida. Actualmente se reconocen 4 serotipos de este virus: Denv 1, Denv 2, Denv 3 y Deng 4. Estos poseen propiedades inmunológicas y antigénicas que están dadas por antígenos estructurales (C,M,E) y 7 no estructurales (NS1 al NS5).

Los transmisores o vectores del virus del dengue son mosquitos hembras hematófaga del mosquito Aedes aegypti y albopictus, pertenecientes a la familia Culicidae. Este mosquito es una especie tropical y subtropical ampliamente distribuida alrededor del mundo, especialmente entre las altitudes 35°N y 35°S. Debido a las bajas temperaturas es relativamente raro ver al Aedes aegypti por arriba de los 1000 metros sobre el nivel del mar. Se caracteriza por vivir cerca de las viviendas, colocando sus huevecillos en los recipientes artificiales del peridomicilio, los cuales pueden resistir hasta un año en condiciones de desecación.

El ciclo de transmisión inicia una vez que un mosquito sano se alimenta de la sangre de una persona enferma con dengue, lo que lo convierte en un vector, el ciclo continúa una vez que este mosco infectado con el virus del dengue se alimenta de la sangre de una persona sana transmitiendo el virus a la persona sana.

Existen diversas teorías sobre la patogenia del dengue, una de las más aceptadas es la de inmunoamplificación. Esta menciona que en una infección primaria se crean anticuerpos específicos para un serotipo del dengue logrando la neutralización del virus. Posteriormente en una infección secundaria se considera que estos anticuerpos específicos se unen a la Fc de las células blanco (monocitos y linfocitos) lo que desencadena una viremia, con la consiguiente liberación de factores inflamatorios lo que a su vez ocasiona la extravasación de líquidos por el daño tisular.

Podemos identificar cuatro fases de la enfermedad:
Periodo de incubación: 3-10 días.
Fase febril: 2-7 días.
Fase crítica: 3-7 día después de iniciada la fiebre (datos de fuga plásmatica).
Fase de recuperación: 7-10 días (reabsorción de líquidos).

Dentro de las manifestaciones clínicas se encuentran: fiebre de inicio súbito, escalofríos, mialgias, artralgias, náusea, vómito, cefalea, dolor retroorbitario, fotofobia. La prueba de torniquete se utiliza con frecuencia para decidir si un caso de síndrome febril se puede considerar como caso probable de dengue, esta consiste en colocar un baumanometro e insuflar, mantiendo una presión constante durante aproximadamente 5 minutos, posterior a esto se retira el brazalete y se realiza el conteo de petequias; consideramos positiva la prueba cuando se cuentan 20 petequias por pulgada.

CLASIFICACION
La clasificación del dengue es la siguiente:
Dengue asintomático
Fiebre indiferenciada
Dengue no grave, que a su vez se puede considerar con y sin signos de alarma.
Dengue grave, caracterizado por uno o más de las siguientes manifestaciones: datos de fuga plasmática, hemorragia grave, afección orgánica grave.

DEFINICIONES OPERACIONALES

Caso sospechoso de fiebre por Dengue: Toda persona de cualquier edad que resida o proceda de una región en la que haya transmisión de la enfermedad y que presente cuadro febril inespecífico o compatible con infección viral.
Caso probable de Fiebre por Dengue: Todo caso sospechoso que presente fiebre y dos o más de las siguientes características: mialgias, artralgias, cefalea, exantema.
Caso probable de Fiebre Hemorrágica por Dengue: Toda persona que, además de un cuadro probable de FD, desarrolle fiebre y una o más de las siguientes características: datos de fuga de plasma, hemorragia a cualquier nivel, trombocitopenia menor a 100 mil plaquetas por ml3, hemoconcentración (con uno o más de los siguientes datos: incremento del hematocrito 20% o más en la fase aguda, decremento del hematocrito en 20% después del tratamiento, relación hematocrito/ hemoglobina, hipoalbuminemia).
Caso probable de Síndrome de Choque por Dengue: Toda persona con cuadro probable de FD o FHD que presente súbitamente datos de insuficiencia circulatoria (pulso rápido y débil, extremidades frías); alteraciones en el estado de conciencia (confusión mental); tensión arterial disminuida o reducción en la tensión diferencial sistólica-diastólica menor a 20mm/Hg o bien estado de choque profundo.

Dentro de los signos de alarma que debemos considerar ante un caso probable de dengue se encuentran: Dolor abdominal intenso, vómito persistente e incoercible (> 5), evidencia clínica de acumulación de líquidos, hemorragia activa en mucosas (tubo digestivo, hematuria), alteraciones neurológicas o del estado de alerta (letargia, inquietud), hepatomegalia >2cm (insuficiencia hepática), elevación del hematocrito coexistente con disminución en la cuenta de plaquetas.
Los datos que se relacionan con la hipotensión y el choque son: deshidratación, tolerancia inadecuada a líquidos orales, mareo o hipotensión postural, diaforesis, síncope, postración, durante la defervescencia, hipotensión arterial, frialdad de extremidades, derrame pleural, ascitis.

DIAGNOSTICO
El diagnóstico se realiza con exámenes virológicos (dentro de los primeros días, es decir durante la fase febril) y con exámenes serológicos (después del 6to día de iniciado el cuadro clínico) a través de la determinación de anticuerpos IgM e IgG, o bien la determinación del antígeno no estructural de la pared celular del virus NS1, que se puede detectar en los primeros cinco días de iniciado el cuadro clínico.

El antígeno NS1 es común en todos los serotipos de dengue y es útil para detectar infecciones primarias o secundarias. Los anticuerpos IgM se presentan aproximadamente 5 o 6 días después de la aparición de los síntomas, seguidos por IgG en 14 días aproximadamente después de la aparición. Los niveles máximos de IgM se alcanzan después de 1 a 2 semanas, pero pueden permanecer elevados incluso 2 o 3 meses después de la enfermedad. En infecciones secundarias la IgG se eleva rápidamente entre 1 o 2 días después de la aparición de los síntomas.

Dentro de los métodos auxiliares de laboratorio y gabinete nos podemos apoyar con una biometría hemática en donde podemos observar una disminución en el recuento de plaquetas. Una radiografía de tórax nos ayudará buscar evidencia de infiltrados pulmonares o derrame pleural; el USG abdominal en la busca de  datos de ascitis, edema de pared vesicular o derrames periviscerales, o alteraciones del hígado, bazo o riñón e incluso un ecocardiograma para buscar datos de miocarditis o derrame pericárdico.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Existen diversas patologías que en un inicio cursan con la misma sintomatología de un cuadro de dengue, por lo que debemos realizar una adecuada anamnesis de los antecedentes epidemiológicos lo que es de vital importancia para poder lograr una clasificación adecuada de los casos. El diagnóstico diferencial se debe hacer principalmente con Rickettsiosis, Fiebre Tifoidea, Leptospirosis, Exantemas virales e incluso diversos trastornos hematológicos.

TRATAMIENTO
El tratamiento del Dengue debe enfocarse en el control de los signos y síntomas constitucionales, así como evitar el estado de choque secundario a la extravasación de líquidos. El manejo está basado de acuerdo a la clasificación según la gravedad del dengue establecido por la OMS, para esto los pacientes se clasifican en tres grupos diferentes.

GRUPO A: Son pacientes que pueden manejarse ambulatoriamente, una vez que se proporcione orientación respecto a la vigilancia domiciliaria. Dentro de este gripo tenemos a los pacientes que toleran la vía oral, con uresis adecuada y que no presentan signos de alarma.
GRUPO B: Son pacientes que deben referirse a un hospital, para su manejo intrahospitalario, aquellos con signos de alarma, que presentan alguna condición mórbida (embarazo, lupus, infancia, edad avanzada, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial, etc.), pacientes que se aproximan a la fase crítica de la enfermedad.
GRUPO C: Son pacientes que requieren un manejo urgente en la unidad de primer contacto, y debe procederse a una referencia urgente inmediata a un hospital, preferiblemente que cuente con el recurso de UCI. Este grupo incluye a los pacientes que se encuentran en fase crítica con datos de fuga plasmática con choque o insuficiencia respiratoria, hemorragia grave o daño orgánico grave.

INDICES ENTOMOLOGICOS
Otro aspecto importante a considerar en zonas donde se presentan casos de Dengue son los índices entomológicos, estos son una serie de métodos para hacerle seguimiento a los vectores del dengue. La vigilancia de estos índices sirve para identificar áreas de alta densidad de infestación o períodos de aumento en la población del mosquito.
Realizar la vigilancia entomológica es fundamental para determinar los cambios en la distribución geográfica de los vectores, la vigilancia y evaluación de los programas de control, obtener medidas relativas de la población de vectores en el tiempo. Existen índices entomológicos para diversas patologías, para el Dengue contamos con tres, los cuales se usan regularmente para registrar los niveles de infestación de Aedes aegypti:

Índice de casa (IC): es decir el porcentaje de casas infestadas con larvas, pupas o ambas. Búsqueda sistemática para detectar recipientes que contienen agua.
Índice de recipiente (IR): porcentaje de recipientes que contienen agua y están infestados con larvas o pupas. Los recipientes se inspeccionan para detectar la presencia de larvas de mosquito, pupas y restos de larvas y pupas.
Índice de Breteau (IB): número de recipientes positivos por cada 100 casas inspeccionadas. Establece una relación entre recipientes positivos y casas, y se considera el índice más informativo.
Aunque útiles, el índice de casa no tiene en cuenta el número de recipientes positivos ni la productividad de esos recipientes, lo mismo sucede con el índice de recipiente que solo ofrece información sobre la proporción de recipientes que mantienen agua y son positivos.  El índice de Bretau es el que establece una relación entre recipientes positivos y casas, sin embargo no se puede medir la productividad. En la siguiente tabla se muestran los niveles operativos del control de vectores de acuerdo al resultado de cada uno de los índices entomológicos.



RECOMENDACIONES
Eliminación del hábitat larvario, educación de la comunidad médica, implantación de un plan de contingencia en caso de emergencia, educación y participación activa de la población general, mejoramiento de la cobertura de agua potable en cantidades suficientes, sistemas de drenaje adecuados, información dirigida para adoptar conductas de autocuidado como son el uso de pabellones y repelentes de insectos, instalación de mosquiteros en puertas y ventanas.



*Médico Residente, Especialidad en Epidemiología.
Hospital General Regional No 1, Cd Obregón, Sonora, México